lunes, noviembre 30, 2009

mieles amargas...

Pensamientos funestos, lugubres dias, quebrados sueños, desesperanza...y en las sombras mi fe agonizando... el viento llegaba ya mas frio por las tardes, y se divertia jugando con las hojas caidas de los arboles, las tardes plomizas de vez en cuando dejaban caer discretas lagrimas, haciendo mas triste aun la existencia dentro de aquellas muros... el otoño poco a poco a moria y el invierno empezaba a asomarse...
aquella tarde, despues de tanta insistencia acepte jugar un partido de futbol en la cancha, me canse como nunca... tanto alquitran consumido en esa estancia me cobrabra la factura, pero di un buen juego y calle muchas bocas...
en el silencio de la noche, la ansiedad me consumia, de echo ya sabia lo que pasaria al siguiente dia, pero no queria hablar de mas... no fuera que una vez mas las cosas no se dieran como lo planeado...
a la mañana siguiente el rostro de mi esposa me lo decia todo... despues de esperar toda la mañana y esperar mi llamado en la direccion y firmar mi boleta, a las 15 hrs de ese 28 de noviembre abandonaba y dejaba atras, 4 meses de los peores sentimientos que haya sentido alguna vez...

- al salir - me decia un camarada - no mires atràs, es de mala suerte y dicen que puedes regresar - He de confesar que mi esposa, la inbatible, la que nunca me abandono a pesar de mis arranques de colera y de mis blasfemias, ella era la mas alegre... pero no podia ser participe de esa felicidad, pues en tantas noches de insomnio me habia propuesto que la primer persona que visitaria al salir de mi prision seria mi abuelo... y el ya descansaba en un cementerio, y eso empañaba mi alegria... al llegar a casa no pude evitar el llanto al ir al cuarto de mi abuelo y encontrar el sillon vacio, desee con todo mi corazon perder mi libertad tan solo para poder verlo con vida un instante sentado en si sillon, cruzado de piernas mitigando el calor son su viejo abanico, por sentir su fragil cuerpo en un abrazo, y por ver esa sonrisa al verme llegar a visitarlo...


Miel amarga aquella tarde de hace un año fue lo que probe...

viernes, noviembre 06, 2009

Hace un año.

Hace un año habia pasado las fiestas de muertos dentro del penal, entre todos los internos se habia cooperado para que el de nuestro sector fuera el mas bonito y con eso ganaramos el premio, que consistia en un borrego que para las fiestas decembrinas seria el principal invitado para la cena...
todos los sectores se esmeraron; los ya sabidos: preventiva, gobierno, panaderia, sector 90, sector 91 y femenil; todos estaban de fiestas recibiendo a sus familiares con las cosas que les llevaban; naranjas, cañas, yuca, y diversos comestibles que, muchos aprovecharon y vendieron ahi adentro ganandose con ello algunos pesos... pero tambien hubo mucha apatia y muchos no le entraron a la cooperacha...

el sector 90 donde yo estaba, no gano pero fue el de los mas surtidos... ese concurso de altares lo gano el sector femenil apoyado por los de cocina, que por ser pocos no tenian un sector propio sino que compartian celdas con los de preventiva...
mientras todo esto sucedia a mi alrededor, una lucha interna se desarrollaba en mi cabeza; el temor y la esperanza pugnaban cada uno por llevarse la batalla...
las cosas en casa no estaban del todo bien... la vida de mi abuelo peligraba y en cuanto a mi situacion juridica, todo iba viento en popa y mi eminente salida se vaticinaba un hecho.

Hace un año, me levantaba como de costumbre, para realizar la limpieza del sector y el acarreo de la basura hacia los contenedores, la mañana era fria y las estrellas empezaban a desaparecer tras el manto azul del cielo... miedo, temor, zosobra era lo que reinaba en mi...
y como era ya costumbre a las 9 de la mañana, me encontraba tejiendo unas mochilas en el lugar donde los tejedores convergiamos... cuando escuchaba mi nombre por el altavoz... señal de que la unica visita incansable llegaba a visitarme... mi esposa; comimos en silencio, platicando de cosas pasadas, de las noches en vela tanto las de ellas como las mias; cuando nuevamente mi nombre fue escuchado por el altavoz... esta vez era una llamada telefonica...

Hoy hace un año una inmensa desesperacion y un dolor lacerante, hicieron brotar de mis ojos las lagrimas mas amargas que jamas haya vertido, mis tios, los que alababan mis logros, los que decian quereme tanto, a los que yo tanto ayude y los que jamas me visitaron ni pusieron un pie dentro, por no manchar sus suelas... por que para ellos yo era la mancha de la familia, no tuvieron el valor de decir lo que un recado mal escrito decia...


Hoy hace un año que te fuiste abuelo, ya no pude verte ni te vere mas, ya no escuchare mas tus palabras ni tus consejos, ya no sentire mas tu fragil cuerpo entre mis brazos, ni podre ahondar mas en esa mirada melancolica que tenias cada tarde, cuando las primeras estrellas empezaban a aparecer en el terciopelo negro de la noche... aquel viejo sillon azul, ha quedado solo en un rincon.

Descansa en paz, abuelo.

martes, noviembre 03, 2009

Recuerdos que duelen

A 222 km se encuentra una tierra candente, una tierra de azúcar, celulosa y cebada, de mórbidas y torneadas carnes, de agonizantes mariposas en la corriente sin fin... eterno calor asfixiante...
ahí crecí y pasé mi infancia, corriendo y jugando bajo la sombra de los árboles que en el amplio patio de la casa había, mangales, naranjos, cocoteros, zapotes, pomelos, guayabos y cafetales....
me gustaba escuchar el murmullo del viento colandose por las ramas de los árboles y sentir como refrescaba mi piel...
en esas tardes de otoño cuando las hojas caían de las ramas era para mi... la señal, de que ya pronto el olor del copal inundaria la casa y que pronto la fiesta de muertos llegaría...


hace un año allá, en la tierra que me vio crecer, aún se percibio el olor del copal inundando los rincones de mi antigua casa... aún se percibio el olor de las flores de zempazuchitl, aún se erigio en el mismo lugar que muchas lunas y soles antes, aquel altar que a mi tanto me emocionaba cuando era un niño, aunque... no pude olerlo y ni verlo pues aún me encontraba en prisión a la espera de mi liberación o mi condena, con cuanto dolor lamento no haber podido estar ahí; pues 6 días después mi abuelo moría y ese era el último altar que hacía en memoria de sus padres y de mi abuela, la mujer que lo acompañó durante tantas jornadas de camino...


este año mientras recorría los caminos polvorosos de estas colonias llevando y trayendo a la gente que hacia los preparativos para su altar, dolorosos recuerdos hirieron mi mente e hicieron de estas fiestas; tan esperadas y hermosas en mi infancia, algo amargo y desdichadas en estas tierras tan alejadas del campo donde yacen los restos de mis viejos... cruel el destino que me puso a recordar pasados ayeres cuando en compañía de mi abuelo cortaba las flores, las cañas y demás frutas para adornar el altar mientras de la cocina salian los olores de los guisos que mi abuela preparaba.... hoy nada de eso hay, solo el tormento de recordar mientras ayudaba a gente extraña en los mismos menesteres...


tumbas adornadas con multicolores y olorosas flores, ofrendas culinarias depositadas en los nichos, toda la familia reunida alrededor de las lápidas recordando al ser que ya partió, y en contraste con la algarabia de los alrededores, un par de tumbas olvidadas en el tiempo, pidiendo a Dios por que este no sea el fin de mis viejos y levantando mis ojos humedos hacia el cielo cargado de nostalgicos tonos grises les pido perdon por no estar con ellos, recordandolos como me enseñaron cuando niño.
En memoria a mis abuelos Benjamín y María.