sábado, diciembre 31, 2011

Un efímero recuento.

En la agonía de este año que ya se va, a formar parte del recuerdo, me pongo a hacer un recuento de las cosas hechas y no hechas, o tan solo dejadas pasar para un mejor momento; fue un largo camino que se hizo tan corto a medida que el camino bajaba y tan sufrido cuando me tocaba subir, pero a guisa de ser franco este año me la pase sin pena ni gloria, tan solo mi caminar por polvorosas y mutiladas calles de este "lugar de las frutas ácidas".
Al inicio de este año se acababa el trabajo de las comunidades y tuve que anclarme en casa, a tratar de sacar algo con el 3 ruedas, yendo y viniendo, llevando y trayendo fueron acabándose uno a uno los días, a mediados del año regrese a comunidades a terminar algunas que quedaron pendientes...
me dieron un cargo en la mesa directiva de padres de familia y se acabo mis andanzas, tuve varios llamados para regresar y hasta la fecha los tengo pero no me puedo ir; la salud de mi padre en el penúltimo mes se vio gravemente afectada y tuve que partir al "cerro del conejo" a visitarlo, lamentablemente en este mismo mes un conocido de la familia murió en un accidente dejando una viuda y 2 hijos...
en este último día del año el balance siento que fue negativo, espero que el próximo año, si Dios me da vida; el camino vaya mejor...
mis mejores deseos para un buen inicio de año, para aquellos que gastaron minutos de su existencia leyendo estas lineas...

viernes, diciembre 02, 2011

Un lejano amigo.

"No hay nada que temer, el ayer lo pasé como lo que es, un día mas; una hoja del calendario que cae y que se pierde entre los papeles que se quemarán en la venidera y fría noche, el hoy, la voy pasando como mejor lo pueda, total que no dura mas allá que el canto de los grillos anunciando la oscuridad; y  el mañana…  para que preocuparme por el si aun no llega… vivo al día, ese soy yo... y yo soy ese".
18 años tenia de andar caminando por sendas que mi padre y mis abuelos se encargaron de limpiar para que no tropezase; cuando un día me harte de seguir pautas establecidas y decidí agarrar rumbo, de probar suerte, de triunfar y caer derrotado, lejos me fui, lo mas lejos que pude… conociendo gente y sus costumbres tan extrañas como ellos mismos, conociendo parajes jamás sospechados, hermosos paisajes jamás vistos, soledad e impotencia jamás sentida, abandono y desesperación letal que me hicieron llorar en noches tan estrelladas como jamás había disfrutado… lejos habían quedado los caminos trillados. Tuve que conocer la verdadera y real miseria para darle una dimensión a mi pobreza de espíritu y conocer lo miserable que yo era, que los que aquellos a los que pretendía ayudar, ellos me ayudaron, ellos me enseñaron a valorar lo mínimo que se tiene con lo mínimo que se puede conseguir, y a ser feliz con esa nimiedad que se tiene. Extraña la sensación de encontrarse con conocidos y poder disfrutar deleites reprimidos, después de meses perdidos en las entrañas de las montañas, poco a poco vas perdiendo esa egolatría y te vas haciendo mas humilde, te vas haciendo mas cercano, mas humano.
Solo un amigo tengo con los que pase noches enteras en vela, platicando de anécdotas, situaciones y vivencias, solo un amigo tengo que el tiempo no ha borrado su memoria y que tan solo la distancia nos separa y el recuerdo efímero de un numero de contacto, tantos finales de meses juntos en tutoría, tantas borracheras, tantos cantos en tardes estivales, tantas broncas juntos… y porque no, ya que el tiempo nos gano la partida... tanta sangre compartida.
Estas líneas fueron por ti… mi hermano, mi amigo… mi primo lejano.
Como antaño… alzando una copa... por las viejas que se fueron y por las que vendrán...
a tu salud, Chepe…