lunes, enero 26, 2009

Alas atadas

Era una noche fría, acababa de llover, más que lluvia el cielo se habia caído a cántaros, titilantes y lejanas se dejaban ver las estrellas tras los girones de nubes que el viento empezaba a disipar, a lo lejos la claridad de la luna anunciaba que no tardaría esta, en aparecer en el terciopelo negro de la noche...

- cuando era aun solo un niño, reñia a menudo con mi abuela porque a ella le gustaba tener por mascotas a una infinidad de avecillas aprisionadas en jaulas de metal y madera; ella quería mucho a sus pajaritos, platicaba con ellos y hasta nombres les habia puesto a algunos, pero no a todos, solo a sus más favoritos; yo le decía que si los quería tanto porque no los dejaba en libertad a lo que ella sin más cambiaba de tema. En lo personal nunca me ha gustado ver como un hermoso animal hecho para nacer, vivir y morir en la más completa libertad, consume sus días trás los barrotes de una jaula, hay tristeza en su mirada y melancolía en el batir de sus alas...



un mañana sin más, deje en libertad a todos los pajarillos de mi abuela; sabía lo que me esparaba al morir el día, seguro una megamadriza por parte de mi padre, pero no me importaba...
pero en vez de eso tuve una desmoralización brutal que hasta la fecha aun persiste, aún cuando mi abuela ya tiene 8 años que no está conmigo, ese día mi abuela lloro amarga y desconsoladamente por sus pajaritos, me dijo que no me importaba lo que hiciera ella y que no tenia derecho a hacer lo que había hecho, la recuerdo sentada en butaque azul, con su huipil y su abanico mientras en sus manos cargaba una jaula vacía... no sabes cuanto me dolió haber hecho eso; deje en libertad a una decena de pajarillos para aprisionar mi corazon con la culpa...y mirame ahora amigo donde estoy... igual en una jaula pero sin que alguien me de la libertad que ansio...



- no te preocupes compa, la vida tiene de todo bajadas y subidas, pero tambien tiene sus recompensas, la culpa que tanto te atormenta dejala en libertad igual que dejaste en libertad aquellos pajarillos, eras un niño y no lo hiciste con la intencion de hacer sufrir a tu abuela sino porque creiste que era lo correcto, deja las cosas afuera, todo lo que tenias allá afuera olvidalas y no pienses mas en ellas, porque aqui adentro empieza una nueva vida para ti, una vida de la chingada pero que es la que toca vivir y ni modos, echale ganas, tu te ves una buena persona y no se te ve lo malandro por donde quiera que se te vea, más pronto de lo que pienses estarás del otro lado, ya lo veras acuerdate de mis palabras cuando dejes detrás a esta maldita pared que nos impide ver mas allá del horizonte de nuestros días y nuestras vidas-...



Asi terminaba uno de tantos dias de los que pase confinado en el reclusorio de la ciudad, lenta e inexorable la amargura iba entrando a mi vida... y este compañero de infortunio salia en libertad mucho antes que yo y ya no lo he vuelto a ver.

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