jueves, octubre 07, 2010

nostalgia...

Los amaneceres sombrios y grises, al parecer ya han decidido abandonar tan castigadas tierras; al menos aquí en la meseta de los huajes, ya se han ido las lluvias que acabaran con el molesto polvo que el viento del atardecer se encargara de alborotar y llevar a los rincones más ocultos de cada vivienda, y colarse sin invitación alguna en las fosas nasales de algún transeúnte cuyo vendaval atrapó a mitad de la calle...
si... las tórridas y copiosas lluvias ya se han ido, dando paso a amaneceres y atardeceres más fríos, con un impoluto cielo azul desde la mañana hasta el anochecer; en el aire se percibe ya la agonía de este año, su vida pronto se le escapara, este frío y este azul no son más que los indicios de que pronto la fiesta de muertos aparecerá en el calendario, trayendo consigo el desfile de olores, colores y sabores; el trajín del ir y venir de personas y de familias pronto aparecerán en procesión cargando olorosos ramos de amarillas flores de zempazúchitl, caminando en direccion hacia el cementerio a visitar las tumbas de los que se le han adelantado en el camino...
calendas y comparsas recorrerán las polvorientas calles, llevando alegria y regocijo para algunos, y apatia y descontento para otros... en tierras aztecas no todos comparten esta tradicion, distintas doctrinas la rechazan, aunque esta costumbre nada tenga que ver con la religión, antaña costumbre que ya agoniza en muchas partes del país y en muchos hogares olvidado esta, y en otros tantos ha mutado a costumbres ajenas, que como un virus lentamente va corroyendo y posicionandose en unas tierra que no es la suya...
como quisiera poder estar en la cuenca del papaloapan, la tierra que me vió crecer para poder visitar un par de tumbas en aquel viejo cementerio y que por extraños y lejanos caminos que la vida me impuso deje atrás en el olvido; como quisiera estar al pie de la última morada de mis viejitos, para decirles que aunque lejos este, y que no los visite y haya olvidado las tradiciones que me inculcaron, siempre los tengo presente en mi corazón, y que al acercarse estas fechas, añoro aquellos lejanos dias de mi infancia...
en esos dias me basta con cerrar los ojos para saber que estan a mi lado... como cuando era un niño.

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