jueves, julio 22, 2010

Un dia de trabajo...

Lejanas montañas, lejanos caminos que hasta hace un par de meses estuve caminando, llevando algo de esperanza y consuelo a los mas necesitados, un noble trabajo muchas veces mal pagado pero que te queda la satisfaccion de hacer algo por gente que nunca mas volveras a ver y que solo te lo saben agradecer con la mejor de sus sonrisas, no hay precio para eso...
como aceptar el unico plato de comida que tienen sobre la mesa cuando en el patio ves a los niños peleandose por llevarse algo a la boca, como aceptar aquel vaso de agua que a gritos pidio tu garganta 2 horas atras, cuando descubres que tuvieron que caminar 3 para poder ofrecertela...


arduas horas de camino, tantas que se forman llagas en tus pies, muchas caidas, insolaciones, caminos errados, desesperacion por no encontrar el camino y tener que abrir brechas entre el follaje...
el sonido del silencio y de la soledad que se escucha en aquellos parajes es imponente y profanarlo con tu voz es como si cometieras un delito, solo se escucha el sonido de tus pies y tu respiracion cansada, y no dudaria en regresar una y mil veces mas a aquellos parajes....

El camino antes recorrido es muy dificil, pesados como si fueran de plomo, como si en tus espaldas cargaras una loza de gran tamaño, pero una vez encontrado el camino perdido todo se vuelve tan ligero y el paso apremia co la esperanza de econtrar pronto algun indicio de que vas por el camino correcto...


San jose Obrero Paso ancho, Sola de vega, Oaxaca... lejano como el infierno, pero al que Dios mediante, nunca llegue.

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