martes, junio 12, 2012

Tu recuerdo...




 
La noche es muy fría, tan fría que volutas de calor se escapan de nuestros labios al profanar el silencio con las palabras…
En las alturas lejanas titilan las estrellas y temerosa tras las montañas la luna se deja entrever tras desperdigados jirones de blancas nubes; el aliento gélido del frío se cuela por todos lados, por todos los rincones de estas lóbregas calles, levantando polvo, basura y hojas muertas; pero nuestros cuerpos aún conservan el calor del último encuentro, su cabello huele a jazmín y mi cuerpo a la fragancia de un Rabanne, el favorito para ocasiones especiales; y es que el atardecer había sido fenomenal.
La noche era de gala y no había que faltar…
El canto de los grillos anunciando la creciente oscuridad, cobijaba nuestros sueños y esperanzas, mientras en la puerta de la casa esperábamos a mis amigos que a veces reprochaban mi egoísta actitud por repartir en pedazos mi corazón; pero con esta - pensaba yo -  no habría migajas sino plenitud y abundancia…
Lentamente hacia el este se iba levantando una inesperada claridad, poco a poco el local se fue quedando vacío, algunas parejas en la pista de baile aun se prodigaban caricias al compas de la música; la velada había sido un éxito
Agonizaba la noche cuando  enfilamos rumbo a casa, por la panorámica, en el vehículo en que llegáramos; las luces de la ciudad y el neón de los aparadores se reflejaban multiplicados en el cristal, había llovido haciendo aun mas fría la madrugada ; pero había  regocijo en todo lo que veía y sentía, estaba enamorado…

"Tantos segundos interminables vividos a tu lado, exprimidos hasta el último ápice, tantas horas compartidas, tantas lagrimas y alegrías, tanto amor y desamor, tantos besos consumidos en tu piel, tantos anhelos y promesas rotas; tantas cosas que llenaron el vacio de tu ausencia y llenaron mis noches de desvelo, alquitrán y alcohol hasta desbordar la copa de mi amargura… tantos recuerdos que dejaste, que no se como deshacerme de ellos y sepultarlos en la fría tumba del olvido; te fuiste en una tarde como esta, cuando mas necesitado estaba de ti, cuando el viento juguetón se enredaba en tus cabellos y aullaba en la lejanía, como presintiendo lo que pasaría…
Muchas lunas y soles han danzado en lo alto desde entonces, desde aquel día de tu partida y que echaste a la basura todo lo que fuimos y lo que hicimos juntos; 15 años para ser exactos.
Y aquí sentado, en esta tarde melancólica y fría a la orilla del camino; el viento traidor me ha traído tu recuerdo y otras tantas cosas tuyas que debí haber olvidado hace mucho tiempo…
¿Qué es lo que quieres? - parece decirme -¡justicia! - mis labios reclaman - que me recuerde como yo lo hago con ella, y que al beber de la copa de la amargura… mi recuerdo, le haga daño."

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